Asistimos a un tiempo histórico en el que parece que Cristo «no funciona» en muchos hogares. Las peleas, los divorcios, la violencia y otros males en aquellos que rpofesan ser cristianos son tan comunes como entre los incrédulos. ¿Qué está pasando? ¿Por qué los hogares cristianos no se distinguen de aquellos que no lo son?
Cambiar la cultura espiritual de tu casa no ocurrirá de la noche a la mañana, pero si perseveras verás tus mejores sueños superados por la realidad de una bendición integral, siendo tu hogar la morada del Altísimo. Sí es así. Si tu familia respeta a Dios, tu hogar se convertirá pronto en la morada de Su Presencia.
Te invitamos a vivir plenamente la realidad de un hogar de presencia y manifestación sobrenatural de Dios, todo el tiempo y todos los días.
Recuerda: Si tú restauras una cultura de honra. Dios hará de tu casa su morada.
